¿Alguna vez te ha pasado que tomas una foto y se ve demasiado clara o demasiado oscura? Seguramente sí. Eso es porque la cámara no entendió del todo bien cómo estaba la luz. Aquí es donde entra la magia (o la ciencia) de la medición de luz.
Medir la luz no es solo cosa de profesionales. Es una herramienta que te puede ayudar a transformar tus fotos. ¿Listo para dominarla?
Es la luz que rebota en los objetos y llega al sensor de tu cámara. Es la que mide tu cámara por defecto. Por eso, si apuntas a algo muy claro (como nieve), puede que la foto salga más oscura de lo que esperabas.
Esta es la luz que cae directamente sobre el objeto antes de rebotar. Solo se puede medir con un fotómetro externo. Es más precisa, porque no se ve afectada por los colores o texturas del sujeto.
Luz reflejada = fácil, porque ya está en tu cámara, pero menos precisa.
Luz incidente = requiere equipo extra, pero da lecturas más reales.
Tu cámara tiene un sensor que mide la luz reflejada desde la escena. La mayoría de veces lo hace bien, pero hay ocasiones donde puede fallar, especialmente si hay mucho contraste.
Matricial (Evaluativa): mide toda la escena. Perfecta para exteriores.
Ponderada al centro: le da más peso al centro de la imagen. Ideal para retratos clásicos.
Puntual: mide un punto muy específico. Útil cuando tienes contrastes fuertes.
Fotografía de Paisajes: usa matricial.
Retratos con fondo oscuro: mejor ponderada al centro.
Escenas con mucha sombra y luz: prueba puntual.
Fotografiar sujetos muy claros sin compensar la exposición.
Usar matricial en escenas de alto contraste.
Aprende a usar la compensación de exposición.
Usa el modo puntual para controlar zonas específicas de luz.
Es una herramienta que mide cuánta luz real llega al sujeto, no lo que refleja. Es más confiable si trabajas en estudio o quieres perfección.
Colócalo donde estará el sujeto.
Apunta el domo blanco hacia la fuente de luz.
Presiona el botón y ¡listo! Te da los valores exactos.
Coloca el fotómetro cerca de la cara de tu modelo. Eso te asegura que su piel se vea con la exposición correcta.
Aquí la precisión es clave. Medir la luz incidente elimina errores causados por superficies brillantes o reflectantes.
No se ve afectado por colores del objeto.
Ideal para escenas con iluminación controlada.
Sekonic L-308X Flashmate: compacto, confiable y muy usado por profesionales.
Gossen Digisix 2: otra opción ligera para medición incidente y reflejada.
Reflectores: redirigen luz donde más la necesitas.
Difusores: suavizan sombras duras.
Si estás empezando, los modos automáticos pueden ayudarte. Pero no siempre entienden bien lo que tú quieres mostrar.
¿La foto sale oscura? +1 o +2 EV.
¿Muy clara? Prueba con -1 EV.
Ese gráfico raro en la cámara… ¡úsalo! Te dice si hay zonas muy oscuras o muy claras. Si está muy a la izquierda, está subexpuesta. A la derecha, sobreexpuesta.
El sol cambia cada minuto. Usa medición puntual para zonas específicas y ajusta según el histograma.
En la fotografía de retrato, la luz está bajo tu control. Un fotómetro externo es tu mejor aliado para medir con precisión.
Ajusta ISO, abre el diafragma y usa medición puntual. No olvides el trípode.
Dominar la medición de luz es uno de esos superpoderes que separa a los fotógrafos casuales de los verdaderamente creativos. No se trata de tener el mejor equipo, sino de saber cómo usarlo.
La próxima vez que salgas a hacer fotos, piensa en la luz. Obsérvala. Mídela. Juega con ella. Recuerda que una buena medición puede convertir una imagen común en una obra de arte.
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